Me gustaría pararme un segundo en el concepto de ilusión; que es algo que me ayuda a menudo con pequeñas cosas o ganas que se le ponen a lo que me gusta.

Es cierto que cuando hemos dejado de consumir, parece que las cosas no tienen sentido: he fracasado, he perdido la partida…pero ilusionarse poco a poco con las cosas que a uno le gustan te genera esperanza, algo que queramos hacer de verdad. Por nosotros mismos, confiar en un mismo, nos sentimos bien, plenos.

Es verdad que ya no me hace tanta ilusión cosas que antes sí; por eso hay que renovarlas y volver a regar el tiesto. A mí personalmente me parece apasionante, que es algo que no debemos olvidar, la pasión. Todos le ponemos pasión a determinadas cosas solo, hay que parar un poco a pensarlas y potenciarlas de manera sana; desde una charla con tu pareja, un partido de fútbol, una película en el cine. En fin, un huevo de cosas), lo importante es ir sumando poco a poco para volver a tener ilusión.

Todos nosotros hemos visto cómo determinadas cosas al dejar de beber han cambiado… y a mejor. Y aunque cada uno tenga su carácter (más introvertido, menos, más tímido etc.) he escuchado y leído en los autoanálisis infinidad de cosas, pequeñas quizá, que pasan de largo pero que nos ilusionan mucho. Ahí está la clave.

Todo esto lo digo porque sigo teniendo ilusiones; reales, que es lo más importante. No son sueños imposibles, son pequeñas cosas. Nunca seré astronauta, ni seré campeón de Roland Garros; pero si ganaré partidos diarios en actitud, en amabilidad, en sinceridad, en aceptar que hay un montón de problemas en la vida y que hay que afrontarlos con realidad y de la mejor manera posible, y que hay días estupendos y días reguleros y no tan buenos, que también los tenemos como todos.

Paciente en tratamiento por alcoholismo ¿Te ayudamos a dar el paso?