“Tenemos dos orejas y una sola lengua para que oigamos más y hablemos menos.” Diógenes El Cínico

EN RÁFAGAS DE SONIDO:

  • Cuando se cierran los ojos, el oído muestra su primacía sensorial de manera incontestable.
  • El oído nunca duerme, funciona constantemente. Por ello, al dormir nuestro cerebro inhibe el ruido del entorno para preservar el descanso pero se conduce de manera selectiva en presencia de sonidos importantes para el sujeto; (los padres que oyen la puerta de casa cuando su hijo llega por la noche por mucho que éste tenga cuidado al entrar).
  • Mucho más importante que las mejoras en captación de imágenes, el salto de gigante que experimentó el cine en los años 30 vino de la mano del sonido incorporado al medio.
  • Orson Welles aterrorizó al mundo con un episodio de radio de la serie dramática “The Mercury Theatre on the Air” (“The War of the Worlds”) en un medio con tal escasez de recursos técnicos como era la radio de entonces.
  • En algunas de las redes sociales más importantes en la actualidad los “audios” han visto crecer su importancia y su utilización exponencialmente, circunstancia sorprendente cuando se dispone de una comunicación verbal en tiempo real rápida y de calidad mediante los dispositivos ad hoc, sobre todo los teléfonos móviles.
  • Una de las maneras más eficaces de publicitar cualquier producto o servicio es el “boca a boca” o, mejor dicho” el “boca a oído a boca”.
  • El Dr. Sirvent me enseñó en su momento que en cualquier grabación clínica importa mucho más el sonido que la imagen. Y lo he comprobado innumerables veces al observar las reacciones de pacientes y profesionales ante videos de diferente naturaleza usados con fines didácticos en acciones formativas y docentes.
  • Además del clásico calificativo “loqueros” con el que se ha hecho referencia a los profesionales “psi” durante mucho tiempo, otra alusión recurrente al oficio en el habla coloquial es el de “orejas profesionales”.
  • ¿Enoja más que no nos vean o que no nos oigan?.
  • ¿Qué busca un paciente en la psicoterapia?. Que alguien le escuche, que alguien oiga lo que tiene que decir y nunca ha dicho; que alguien le oiga mientras se oye a sí mismo.
  • Una de sus pacientes pidió a Sigmund Freud que se callase y la dejase hablar sobre lo que le pasaba. Afortunadamente, tuvo en cuenta esta demanda y se dedicó a escuchar lo que las propias personas tenían que decir sobre aquello que les aquejaba. Así nació el método clínico llamado psicoanálisis.
  • Escuchar no es sólo oír. Escuchar es recibir información con todo el cuerpo, como si de una antena orgánica éste se tratara. Escuchar es captar el lenguaje explícito y tácito del otro, es transformar el sonido en lenguaje y el lenguaje en significado.
  • La escucha empática es una habilidad exigible en cualquier terapeuta. No he encontrado en ninguna parte algo similar llamado “visión empática”; “olfato empático”, “sabor empático” o “tacto empático”.
  • Muchas técnicas psicoterapéuticas de imaginería mental anulan la visión (se llevan a cabo con los ojos cerrados) para que el paciente tome contacto con su mundo íntimo pero, mediante el lenguaje, se valen del oído de éste para sugestionarle y evocar contenidos internos de distinta procedencia.
  • Durante el confinamiento he realizado consultas telefónicas en las que se abordaron temas importantes de una manera que no creo que hubiera sido posible si sólo hubiéramos contado con la imagen pero no el sonido.
  • Según Baltasar Gracián; “Es el oído la puerta segunda de la verdad y principal de la mentira”. Los grandes mentirosos saben “acariciar la oreja” de sus interlocutores para manipularlos en su beneficio. Y si no, que se lo digan a los adictos (y a nuestra clase política).
  • La expresión “oído cocina” se usa para confirmar que se ha recibido y comprendido un mensaje. Es la versión castiza del “ok” anglosajón. A este giro le tengo especial cariño quizá por su sonora contundencia o tal vez porque me conecta con mi parte más comilona.
  • Sea por lo que fuere, el oír y ser oído forman parte de la condición humana. Junto con el resto de sentidos, construyen o quebrantan ese espacio clave que posibilita una terapia y que se llama vínculo terapéutico.

 

Autor: Leandro Palacios Ajuria, Psicólogo clínico

“Notas pie de página” 

Quienes tienen un sueño liviano suelen decir que se despiertan “con el vuelo de una mosca”.

2 La primera proyección comercial de películas con sonidos completamente sincronizado ocurrió en la ciudad de Nueva York, en abril de 1927 (“El cantante de jazz”). En los primeros años después de la introducción del sonido, las películas que incorporaban diálogos sincronizados fueron conocidas como «películas sonoras» (Wikipedia).

3 Psiquiatras, psicólogos y psicoterapeutas en general.