Paciente en tratamiento por adicción al hachís y psicosis tóxica

 

Héroes sin capa

¿Nunca te ha pasado que en este mundo con millones de personas te sientes solo?

Como si no encajases, como si este no fuera tu lugar. A mí sí me ha pasado, y a mucha gente que así lo manifiesta también.

Es como si los valores y la conciencia fueran el tesoro que estamos buscando, y que por lo visto debe hallarse bien escondido, porque no lo encontramos. Nos sentimos vacíos y débiles, erosionados por los años y los sueños no cumplidos.

En este mundo el físico está por delante del alma, y el sexo por delante del amor.

Como este mundo nos hace no amarnos, nos involucramos en relaciones tóxicas que nos hacen daño.

Y si logramos escapar de eso… otra vez solos y sin nuestro tesoro anhelado. Luchar para nada, para que la vida solo te dé más palos y se ría en tu cara. Es como ir a contracorriente: nadas y te esfuerzas, pero al final te lleva arrastrado. Sin novelas donde triunfa el amor, en este mundo triunfa el abuso y la tiranía, la vanidad y el egoísmo.

En realidad, el amor triunfa a veces, pero en silencio, en las pequeñas cosas. Aun así es castigado continuamente por la vida y duerme abrazado a la melancolía.

Bienvenidos al planeta Tierra: guerras y hambre, conflictos, es el día a día. Una lucha constante a la que algunos dotan de sentido y otros no pueden conocer la fe. Y otros simplemente son demonios andantes.

Nadie está a salvo, y nos lo dicen las noticias constantemente. Pese a todo esto… hay que ser fuerte y nunca bajar la cabeza. El único Dios está en ti, y tienes el poder de combatir todo eso con sangre y sudor.

Quizá no haya ninguna recompensa más que el honor de haber sostenido tu bandera por encima de la que impera en este mundo. Pero el honor y la valentía te hacen un héroe silencioso, de los que el mundo necesita.

 

Leandro Palacios (psicólogo clínico)

Dejando aparte un análisis psicológico más profundo, este escrito es una declaración áspera, descreída, políticamente incorrecta que no hace concesiones a nada ni a nadie. Confieso que es de mi gusto. Los pocos párrafos finales, no obstante, apelan a una dignidad personal sin estridencias ni florituras. Se dirigen a la persona de a pie, a quienes luchan y se esfuerzan sin el reconocimiento público ni grandes titulares y que, a buen seguro, pasarán desapercibidos en el día a día. Ser héroes anónimos no da fama ni riqueza pero, como dice la paciente, este tipo de héroes son los que nuestro maltratado mundo necesita.

¿Necesitas que te escuchemos?