En esta entrada del blog vamos a hablar de fenomenología. La fenomenología es la disciplina que estudia la experiencia subjetiva, la conciencia.

¿Qué es la fenomenología?

Se trata de un enfoque que trata de entender la experiencia, y el sentido que las acciones tienen para quienes experimentan.

El objetivo de esta entrada no es otro que el de mostrar cómo difiere la experiencia vivida, y, en definitiva, la sintomatología psicótica en la depresión melancólica con respecto a la esquizofrenia, desde el punto de vista de la fenomenología.

La forma del síntoma

La forma del síntoma se refiere a la vía según la cual un contenido dado se presenta en la conciencia, así como la relación que dicho contenido tiene con el sujeto que lo experimenta.

La revelación es la forma de experiencia que caracteriza los delirios en esquizofrenia. El sujeto, repentinamente, es golpeado por una información trascendental que le abre un mundo nuevo de significados que hasta entonces estaban “ocultos”. Esta revelación sigue con una fase de incertidumbre y tensión para la persona: es el amanecer de una nueva realidad. En este caso (esquizofrenia) estaríamos hablando de delirios primarios, lo que quiere decir que este contenido delirante se presenta en la conciencia de forma inmediata, sin mediación de la reflexión o razonamiento, en contraposición con los delirios secundarios de los que hablaremos más adelante.

La confirmación es la forma de experiencia que caracteriza los delirios en la depresión mayor. Se produce la validación de una idea que el sujeto ya tenía en su sistema de valores. Ya no es la revelación de algo nuevo –como ocurría en la esquizofrenia–. De esta forma, los delirios de culpa característicos de la depresión mayor serían la confirmación de algo que el sujeto ya sabía. Ahora estaríamos hablando de delirios secundarios. Estos, a diferencia de los primarios, son comprensibles psicológicamente, es decir, se producen como un intento del sujeto de explicar una experiencia anormal o un estado afectivo indeseado.

El contenido del síntoma

En cuanto al contenido, los delirios en la esquizofrenia reflejan una alteración de la propia estructura ontológica de la subjetividad. Es por este motivo que se dice que los delirios en esquizofrenia son ontológicos en contenido, en la medida que expresan una preocupación del sujeto por “lo que es real” y por el “verdadero” significado del ser. Hablaríamos de delirios metafísicos (descubrir la “esencia” de la realidad), escatológicos (ansiedad por el fin del mundo) o carismáticos (estoy en el mundo para algo).

En la depresión mayor, el contenido se caracteriza por tratar de asuntos mundanos que expresan preocupaciones ónticas y cotidianas como la integridad moral, la psíquica o la financiera. Se habla de los delirios de culpa relacionados con la integridad moral, los delirios de enfermedad vinculados con la preocupación de haber perdido la integridad física y de ser una carga para los demás y, finalmente, los delirios de ruina relacionados con la integridad financiera.

El estadio prodrómico

Pródromo en psicología quiere decir un estado o señal que precede a la alteración. Cuando hablamos de un estadio prodrómico de la experiencia del sujeto nos referimos a un cambio en la estructura cognitiva del mismo que implica cambios en la percepción de significados de la realidad propia y del mundo.

En la esquizofrenia, el estadio prodrómico de los delirios es una fase de incertidumbre, donde la realidad es percibida como suspendida entre un absoluto sin-significado y una inminente revelación que va a cambiarlo todo: ahora por fin lo entiendo todo.

En la depresión mayor, el estadio prodrómico de los delirios se caracteriza por una situación creciente de autocontradicción, un paso hacia delante es un paso hacia atrás. Esta situación se caracteriza por constantes rumiaciones del sujeto el cual le da vueltas, una y otra vez, a errores imperdonables; sentimientos de culpa e incapacidad para la planificación de las acciones. Esta incapacidad para la planificación hace que aparezca una especie de necesidad de simultaneidad: el sujeto intenta hacer varias cosas a la vez, y a la vez termina sin hacer nada: concluye en un bloqueo de la acción análogo al pánico.

Los sentimientos de fondo

Algunas veces llamados también sentimientos existenciales. En esquizofrenia, se corresponderían con un estado de ánimo alterado cuya característica fundamental sería una pérdida de familiaridad (o de perplejidad) con el mundo, que precisamente proveería el contexto donde los delirios van a surgir.

En depresión mayor, los sentimientos de fondo se corresponderían con un estado de ánimo alterado cuyo principal rasgo es la despersonalización afectiva. Los sujetos se quejan por presentar una incapacidad para sentir —es una especie de pérdida de los sentimientos— y una pérdida de emocionalidad, situación que a su vez se suele acompañar de delirios de culpa y de autoacusación.

¿Y cómo es la estructura de la experiencia?

La característica primordial de la esquizofrenia se vería reflejada en una modificación absoluta del campo experiencial del sujeto. El tiempo para el esquizofrénico está fragmentado secuencialmente, como si fuese una sucesión de instantáneas, en lugar de un continuo. El cuerpo es percibido como desintegrado, mecanizado (hay una pérdida de los límites del propio cuerpo con respecto al entorno). El espacio es visto como homogéneo, en dos dimensiones, y excesivamente lleno de detalles que sobrepasan al individuo. Respecto al self, se pierde el sentido del “yo” como una unidad, de modo que la persona tiende a experimentar, tanto una exagerada autoconciencia (hiperreflexividad).

En cuanto a la estructura de la experiencia en la depresión mayor, el tiempo se caracteriza por una experiencia de intemporalidad, en donde, el pasado, presente y futuro se fusionan –el presente es una mera repetición del pasado–. El cuerpo es percibido con experiencias de insuficiencia corporal (mi cuerpo no funciona bien) y de ralentización de las funciones corporales (es como si mi intestino estuviese bloqueado). El espacio se experimenta como mucho más pequeño e inaccesible (el espacio parecía una eternidad), expresando la angustia que sufren de los depresivos. Con respecto al self, se produce una alteración del yo narrativo, es decir, en el concepto que el sujeto tiene de sí mismo. La persona toma una serie de características como estables y propias (identidad estable, y, sobre todo, inflexible), ocasionando una intolerancia de la persona contemplar nuevas posibilidades de las cosas (todo es negro, opaco, no hay esperanza).

Bibliografía:

Scharfetter, C. (1988). Introducción a la psicopatología general. Ediciones Morata.

Stanghellini, G., Langer, Á. I., andra Ambrosini, A., & Cangas, A. J. (2012). Quality of hallucinatory experiences: differences between a clinical and a non-clinical sample. World Psychiatry11(2), 110-113.

Stanghellini, G., & Raballo, A. (2015). Differential typology of delusions in major depression and schizophrenia. A critique to the unitary concept of ‘psychosis’. Journal of affective disorders171, 171-178.

Para profundizar en fenomenología de adicciones:

Kemp, R. (2009). The temporal dimension of addiction. Journal of Phenomenological Psychology40(1), 1-18.

Romero, J. C. R., & Zapata, D. P. (2010). Craving, experiencia, conciencia y temporalidad en adicciones. una reflexión clínica desde la fenomenología de Husserl, enfoque de Varela y la biología de la cognición de Maturana. Límite. Revista Interdisciplinaria de Filosofía y Psicología5(21), 95-116.

Autor: Hugo Martínez Martínez. Psicólogo. Estudiante Máster Psicología General Sanitaria

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