LOS TRASTORNOS DUALES CONSISTEN EN LA ASOCIACIÓN DE UN TRASTORNO POR USO DE SUSTANCIAS A OTRO TRASTORNO MENTAL.
Más de 30 años de experiencia y compromiso
En la Fundación Instituto Spiral fuimos pioneros en el tratamiento de la patología dual, cuando a principios de los años 90 apenas se hablaba de estos trastornos. Desde entonces, hemos desarrollado una línea de atención especializada que ha ofrecido excelentes resultados, y que sigue evolucionando gracias a la experiencia acumulada.
¿Cuál es la clave de nuestro enfoque?
Creemos que la base del éxito está en la combinación de dos factores esenciales:
1. Profesionales altamente especializados
Nuestro equipo combina formación avanzada con una larga trayectoria clínica, lo que nos permite ofrecer una atención psiquiátrica precisa, efectiva y de alta calidad.
2. Un modelo terapéutico humano e integrador
En nuestros centros, las personas con patología dual no están aisladas. Desde el inicio, participan en psicoterapias, actividades y espacios compartidos con el resto de pacientes, lo que favorece su integración y recuperación.
Un entorno inclusivo potencia el bienestar y el progreso de todos.
La convivencia entre pacientes con diferentes perfiles terapéuticos crea un ambiente positivo, respetuoso y enriquecedor para todos.
Atención adaptada cuando se necesita
En los casos más complejos, cuando un paciente con patología dual no puede participar desde el principio en terapias grupales, se le ofrece una atención diferenciada y cuidadosa.
A medida que avanza en su proceso, se le integra progresivamente en la dinámica común, favoreciendo así una recuperación completa y duradera.
Un modelo que beneficia a todos
Estudios a largo plazo y entrevistas con pacientes y profesionales confirman que la convivencia entre personas con y sin patología dual no solo es posible, sino que resulta beneficiosa para ambos grupos.
El entorno comunitario, basado en el respeto, la empatía y la colaboración, es una de las fortalezas de nuestro enfoque.
- ALGUNAS CARACTERÍSTICAS DE LOS ADICTOS CON PATOLOGÍA DUAL
- Requieren mayor atención del terapeuta; atención psicológica, tiempo e incluso presencia física.
- Su proceso terapéutico global resulta más prolongado.
- Se muestran menos resolutivos ante las dificultades y con una franca carencia de habilidades. Esto
- condiciona sobremanera el tratamiento desde su inicio.
- Sus familias son más protectoras que las de otros adictos y, en el caso de que dispongan de pareja, ésta desempeña roles maternales (incluso si el paciente es mujer).
- Paradójicamente los pacientes duales no muestran menor adherencia al tratamiento; en bastantes casos la patología añadida se contrarresta con una mayor motivación para el tratamiento
- Hay trastornos más frecuentes según sexo. Por ejemplo las mujeres presentan con mayor frecuencia trastornos depresivos y los varones psicopatología psicótica.
- Importancia de un diagnóstico y evaluación ajustada si se quiere hacer un tratamiento más eficaz. Hay que intentar que los pacientes desmitifiquen los diagnósticos, tanto como etiquetas que sirven de excusa para todo. Por ejemplo, “no puedo hacer lo que me piden, soy bipolar).
- Necesitan referencias grupales de normalidad para una mayor integración. Asimismo se deben cuidar los contactos individuales con otros pacientes duales.
- El tratamiento de pacientes duales exige mayor flexibilidad y pautas más directas, sencillas y concretas.
- Debido al aplanamiento afectivo de bastantes pacientes duales, el estilo terapéutico debe ser más asertivo, paciente e intenso.
- Confían más en sus terapeutas pero también crean lazos de dependencia más intensos.
- Las salidas de prueba han de planificarse cuidadosamente porque se desestabilizan con facilidad ante estresares externos. Por la misma razón, cualquier mejora que ellos consideren relevante puede conducirles a creerse prematuramente curados.
- El abordaje familiar paralelo resulta imprescindible pues la problemática familiar suele ser causa y consecuencia de muchas de las alteraciones presentes.
- Evaluación y cotejo de datos como pasos previos a la aplicación coordinada de medidas socioterapéuticas, prescripción de tratamiento psicofarmacológico, supervisión individual y establecimiento de pautas y tareas que regulen ritmos básicos. Ejemplo: higiene, alimentación, horarios…
- Supervisión psicopatológica continua y ajustes farmacológicos frecuentes, haciendo hincapié en el ámbito funcional (tareas sencillas y cometidos prácticos que el sujeto pueda llevar a cabo) a fin de crear un soporte básico sin el cual no resulta viable intervenir en áreas más profundas (emotivas, relacionales, etc.).
- Asignación de tareas progresivamente complejas según vaya evolucionando cada sujeto mientras se le integra en grupos de pacientes mas estabilizados que sepan manejar con naturalidad las posibles emergencias que planteen y sus peculiaridades psicológicas.
- Cuando se llevan a cabo las acciones anteriores, la supervisión y el modelado pasan a ser más grupales que individuales mientras se implementa por otro lado una intervención psicoterapéutica de complejidad creciente.
- Una vez remitida la sintomatología aguda o más florida es importante que el sujeto adquiera cuanto antes pleno sentido de sus responsabilidades, haciéndole consciente de lo que está haciendo y hasta dónde puede llegar.
- Llegados a este punto es importante neutralizar la euforia o angustia de la familia; anticipando que los cambios no son todavía definitivos o tranquilizándoles si la evolución es lenta pero ascendente. Siempre resulta útil hablar claramente respecto a lo que sucede.
- No creemos en la discriminación (positiva o negativa, da igual) de estos pacientes, conviene integrarles en el grupo de no duales de manera que el sujeto respire un ambiente normal lo más precozmente posible, siempre y cuando lo anterior sea factible
- Los drogodependientes suelen responder a los psicofármacos de diferente manera que los sujetos no consumidores, posiblemente debido al efecto estimulativo crónico de las drogas que inducen alteraciones de las cadenas neurotrasmisoras además de otras modificaciones (metabólicas, excretoras, etc ). Las alteracionesmás frecuentes pueden ser CUANTITATIVAS: hipoergia o arreactividad, cuando se precisan más dosis para obtener los mismos efectos, y CUALITATIVAS: aquellas que dan lugar a respuestas cualitativamente diferentes a las esperadas, y que a veces llegan incluso a ser de naturaleza distinta a la habitual del grupo farmacológico; por ejemplo, aplicar un tranquilizante y obtener respuesta excitatoria.
- Asimismo no son infrecuentes las respuestas PARADÓJICAS que en lugar de amortiguar los síntomas previstos, desencadenan síndrome de signo opuesto a la acción farmacológica esperada.
- Otra consideración previa es el fenómeno de fadding neurotransmisor debido al consumo crónico y elevado de sustancias psicoactivas.