


En general consideramos que una persona tiene problemas de adicción al juego o apuestas cuando cumple algunos de los siguientes criterios:
- Una necesidad imperiosa de apostar cantidades de dinero cada vez mayores.
- Se pone nervioso o enfadado cuando intenta dejar de jugar.
- Efectúa esfuerzos infructuosos para controlar o abandonar el juego, irritándose cuando fracasa.
- Además suele apostar cuando siente estrés o nerviosismo.
- Miente para ocultar su problema.
- Cuando pierde dinero vuelve a jugar para intentar recuperar las pérdidas.
- Con frecuencia tiene la mente ocupada en las apuestas, llegando a pedir dinero prestado.
- Llega a poner en peligro o perder una relación importante, un empleo o los estudios a causa del juego.
No hace falta sufrir todos los problemas antes relatados para ser adicto al juego. Con cumplir 4 criterios es suficiente (Ver DSM-5).
Al ser un equipo amplio, multidisciplinario y con diferentes centros tenemos el privilegio de crear programas especializados con garantías de la máxima eficacia. El núcleo adictivo lo abordamos con el programa de áreas básicas adictivas y la adicción particular con una serie de medidas específicas basadas en la evidencia que mejor resultado proporciona.
LOS OBJETIVOS DEL PROGRAMA SE PUEDEN RESUMIR EN DOS FRASES.
- Toma de conciencia del problema: que el interesado sepa claramente que las apuestas le está perjudicando.
- Una vez demostrado el perjuicio, el paciente realizará voluntariamente una deshabituación lo más adaptada posible a sus características.
El tratamiento médico farmacológico, junto a las medidas higiénico-dietéticas, psicoterapéuticas y ambientales; consiguen evitar el síndrome de abstinencia o carencial y recuperar al paciente en lo relativo a salud general, ritmos biológicos, calidad del sueño, equilibrio psicofísico, lucidez mental, etc.