Los trastornos duales consisten en la asociación de un trastorno por uso de sustancias a otro trastorno mental.

Patología dual es el término que sirve para explicar lo que le ocurre a las personas que sufren a la vez una adicción y un trastorno mental. Los pacientes que sufren trastornos duales presentan mayor gravedad y requieren de mayor atención.

Los individuos afectados por trastornos duales suelen presentar una mayor complejidad clínica, ya que los síntomas de ambas condiciones pueden interactuar y agravarse mutuamente. Esta coexistencia de trastornos a menudo complica el diagnóstico y el tratamiento, lo que requiere un enfoque integrado y especializado en el que se aborden de manera simultánea tanto la adicción como el trastorno mental. La atención a pacientes con patología dual implica un enfoque centrado en la comprensión de la interacción compleja entre estos trastornos y un tratamiento adaptado a las necesidades individuales de cada paciente.

Fundación Instituto Spiral es pionera en el tratamiento de la patología dual

La Fundación Instituto Spiral ha sido pionera en el tratamiento de la patología dual. A principios de los años 90, cuando apenas se hablaba de estos trastornos, desarrollamos una línea de atención especializada con excelentes resultados (ver memorias). Esta línea prosigue en la actualidad, con una amplia experiencia acumulada que nos ayuda a dar a cada persona la atención que necesita.
Desde nuestra experiencia, creemos que la clave del tratamiento radica en la combinación de dos factores:

  1. La larga experiencia y el gran nivel de profesionales especializados que permite una atención psiquiátrica minuciosa.
  2. La heterogeneidad del tratamiento psicoterapéutico y socioterapéutico no exclusivista, humano y centrada en el paciente. Conseguimos que se sienta rápidamente integrado en el colectivo de “no duales”, compartiendo espacio, psicoterapias y demás actividades con el resto de pacientes, de manera que su evolución es paralela.

La mezcla de pacientes en este marco ambiental de respeto y armonía hace que todos, duales y no duales, progresen aprovechando sinergias

Tratamiento heterogéneo de pacientes duales y no duales

En nuestra opinión, los centros con atención exclusiva a la patología dual tienen el hándicap de la falta de heterogeneidad que con denodado esfuerzo hemos conseguido neutralizar desde hace ya varios años en nuestro centro.

Queremos destacar que en F.I. Spiral los pacientes “no duales” no se ven interferidos en absoluto en su evolución. Estudios longitudinales y entrevistas directas confirman que todos se benefician del feedback comunitario.

Los pacientes con patología dual severa que necesitan atención especializada y no están en condiciones de compartir psicoterapias, reciben un tratamiento diferencial cuidadoso con un régimen diferente, procurando siempre que, al producirse la recuperación, se integren inmediatamente a la dinámica de convivencia habitual.

  • ALGUNAS CARACTERÍSTICAS DE LOS ADICTOS CON PATOLOGÍA DUAL
  • Requieren mayor atención del terapeuta; atención psicológica, tiempo e incluso presencia física.
  • Su proceso terapéutico global resulta más prolongado.
  • Se muestran menos resolutivos ante las dificultades y con una franca carencia de habilidades. Esto
  • condiciona sobremanera el tratamiento desde su inicio.
  • Sus familias son más protectoras que las de otros adictos y, en el caso de que dispongan de pareja, ésta desempeña roles maternales (incluso si el paciente es mujer).
  • Paradójicamente los pacientes duales no muestran menor adherencia al tratamiento; en bastantes casos la patología añadida se contrarresta con una mayor motivación para el tratamiento
  • Hay trastornos más frecuentes según sexo. Por ejemplo las mujeres presentan con mayor frecuencia trastornos depresivos y los varones psicopatología psicótica.
  • Importancia de un diagnóstico y evaluación ajustada si se quiere hacer un tratamiento más eficaz. Hay que intentar que los pacientes desmitifiquen los diagnósticos, tanto como etiquetas que sirven de excusa para todo. Por ejemplo, “no puedo hacer lo que me piden, soy bipolar).
  • Necesitan referencias grupales de normalidad para una mayor integración. Asimismo se deben cuidar los contactos individuales con otros pacientes duales.
  • El tratamiento de pacientes duales exige mayor flexibilidad y pautas más directas, sencillas y concretas.
  • Debido al aplanamiento afectivo de bastantes pacientes duales, el estilo terapéutico debe ser más asertivo, paciente e intenso.
  • Confían más en sus terapeutas pero también crean lazos de dependencia más intensos.
  • Las salidas de prueba han de planificarse cuidadosamente porque se desestabilizan con facilidad ante estresares externos. Por la misma razón, cualquier mejora que ellos consideren relevante puede conducirles a creerse prematuramente curados.
  • El abordaje familiar paralelo resulta imprescindible pues la problemática familiar suele ser causa y consecuencia de muchas de las alteraciones presentes.
  • Evaluación y cotejo de datos como pasos previos a la aplicación coordinada de medidas socioterapéuticas, prescripción de tratamiento psicofarmacológico, supervisión individual y establecimiento de pautas y tareas que regulen ritmos básicos. Ejemplo: higiene, alimentación, horarios…
  • Supervisión psicopatológica continua y ajustes farmacológicos frecuentes, haciendo hincapié en el ámbito funcional (tareas sencillas y cometidos prácticos que el sujeto pueda llevar a cabo) a fin de crear un soporte básico sin el cual no resulta viable intervenir en áreas más profundas (emotivas, relacionales, etc.).
  • Asignación de tareas progresivamente complejas según vaya evolucionando cada sujeto mientras se le integra en grupos de pacientes mas estabilizados que sepan manejar con naturalidad las posibles emergencias que planteen y sus peculiaridades psicológicas.
  • Cuando se llevan a cabo las acciones anteriores, la supervisión y el modelado pasan a ser más grupales que individuales mientras se implementa por otro lado una intervención psicoterapéutica de complejidad creciente.
  • Una vez remitida la sintomatología aguda o más florida es importante que el sujeto adquiera cuanto antes pleno sentido de sus responsabilidades, haciéndole consciente de lo que está haciendo y hasta dónde puede llegar.
  • Llegados a este punto es importante neutralizar la euforia o angustia de la familia; anticipando que los cambios no son todavía definitivos o tranquilizándoles si la evolución es lenta pero ascendente. Siempre resulta útil hablar claramente respecto a lo que sucede.
  • No creemos en la discriminación (positiva o negativa, da igual) de estos pacientes, conviene integrarles en el grupo de no duales de manera que el sujeto respire un ambiente normal lo más precozmente posible, siempre y cuando lo anterior sea factible
Antes de proceder a su descripción conviene tener en cuenta una serie de consideraciones:
  • Los drogodependientes suelen responder a los psicofármacos de diferente manera que los sujetos no consumidores, posiblemente debido al efecto estimulativo crónico de las drogas que inducen alteraciones de las cadenas neurotrasmisoras además de otras modificaciones (metabólicas, excretoras, etc ). Las alteracionesmás frecuentes pueden ser CUANTITATIVAS: hipoergia o arreactividad, cuando se precisan más dosis para obtener los mismos efectos, y CUALITATIVAS: aquellas que dan lugar a respuestas cualitativamente diferentes a las esperadas, y que a veces llegan incluso a ser de naturaleza distinta a la habitual del grupo farmacológico; por ejemplo, aplicar un tranquilizante y obtener respuesta excitatoria.
  • Asimismo no son infrecuentes las respuestas PARADÓJICAS que en lugar de amortiguar los síntomas previstos, desencadenan síndrome de signo opuesto a la acción farmacológica esperada.
  • Otra consideración previa es el fenómeno de fadding neurotransmisor debido al consumo crónico y elevado de sustancias psicoactivas.