Paciente en tratamiento por alcoholismo

Semana con mucho, mucho curro, pero un curro aburrido, coñazo, puro barro, de las dos personas que vinieron una se ha ido de la empresa y el trabajo de puesta al día nos lo estamos repartiendo. La verdad es que me he equivocado muchas veces en mi vida, cada día me equivoco en algo , y sin duda una de las equivocaciones fue estudiar lo que estudié y el trabajo de oficina ….se lo digo mucho a los niños, que hagan algo apasionado, algo que les guste…., claro que esto es una utopía o fantasía casi irreal, el 85 % de las personas odia o no le gusta su trabajo, está claro que a veces surgen oportunidades , trenes que hay que coger y también hay que comer claro , pero  todo esto es muy beneficioso para valorar también todo lo bueno que tengo al acabar la jornada y disfrutar de innumerables cosas diarias. Yo me he tirado más de 11 años sufriendo y pasándolo muy mal. No era el tipo que ahora veis, sonriente, tranquilo, optimista, realista …, no en absoluto…, sintiéndome forastero en casa, pegándome con el mundo, insatisfecho diariamente, escapando y enfrentándome a todo tipo de situaciones exaltado y malhumorado. Y lo tenía todo, dos hijos preciosos recién nacidos, una mujer que me quiere, una buena casa, un buen trabajo…, no tenía ni voluntad, ni pasión, ni motor, ni actitud, tenía ese vacío existencial, pero el sentido de vida existe y hay que buscarlo primero dentro de nosotros mismos. Lo más gratificante para mí sin duda es cuando no obtengo recompensa, cuando no me dan una gratificación, una subida de sueldo o un aplauso en un auditorio. Da igual, es crecimiento personal, hay que escucharse a uno mismo y caerse bien, muy bien, hay que aprender y mejorar y ser feliz joder, que esto va demasiado rápido …, con motivación, con buenas rutinas, con bienestar y sin comerse el tarro. Por acabar y como comentamos hace unas semanas, creo que el Mundo Real es sencillo, aunque haya complicaciones, dramas y también alegrías y satisfacción, pero el verdadero Rey, el puto amo … es el Mundo Mental, es el que maneja todo y somos nosotros mismos los que conducimos esa nave….

 

Leandro Palacios (psicólogo clínico)

 Aceptando que expresarse por escrito de manera clara no sólo mejora la inteligibilidad de lo transmitido sino que revela mucho de la personalidad del autor, resulta terapéuticamente rentable que los pacientes elaboren reflexiones poco procesadas que plasmen casi en forma de autodiálogo su sentir y su pensar.

El texto anterior sugiere más de lo que explicita, bosqueja un abanico de cuestiones tan importantes que un análisis de las mismas daría para un sinfín de sesudos comentarios a los que renuncio. No obstante – y en un alarde de parcialidad que asumo -, trataré de incidir brevemente en alguna de ellas:

  • El sentido de la vida como algo dinámico que evoluciona conforme se despliega la experiencia vital del sujeto y, sobre todo, como algo que se construye, algo que no nos espera en ningún lugar determinado sino que emerge del curso de nuestras acciones y del resultado emocional y cognitivo que éstas nos proporcionan.
  • El sentido del propio mérito aún en ausencia de validación y de valoración externas. Sin caer en la trampa de la autosuficiencia, el juicio favorable de mí sobre mi yo y el refuerzo, que no recompensa, que sea capaz de brindarme van a obrar de contrapunto decisivo en situaciones de carencia externa e incluso cuando tales reforzadores sí estén presentes.

Por último, frente a la preponderancia de lo mental sobre lo real, la posibilidad cierta de que cada sujeto se convierta en narrador de su propia vida, en director de su propia orquesta psíquica o, como sugiere nuestro paciente, en conductor/capitán del buque que navega por los océanos internos y externos