Cuando llegué al centro me encontraba perdida y asustada, no entendía lo que me pasaba, porqué me sentía así de perdida y angustiada y sentía que nadie me entendía , ¿si yo no me entendía a mi misma como iban a hacerlo los demás?. Solo solo tenía ganas de llorar y de morirme . Al final tras una crisis de ansiedad muy fuerte, me ingresaron en el hospital y alli estuve unos días, el psiquiatra que me atendío me recomendó acudir a terapia y asi empecé en Spiral. Desde que empecé el tratamiento me siento mejor he podido ponerle nombre a lo que me ocurre y aunque al principio me costó asimilar el diagnóstico; paradojicamente eso me tranquilizó muchísimo porque me permitió entender lo que me pasaba y por qué me comportaba como lo hacía. La medicación y la terapia me ayudaron a  sentirme mejor y a recuperar el control sobre mi misma ya no tengo ansiedad y he parendido a anticipar y controlar mis crisis. Me siento mucho mejor y aunque a veces vuelve la ansiedad y el miedo el saber que tengo un equipo que puede ayudarme me anima a seguir trabajando”

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