Queridos compañeros. Ha llegado el momento de despedirme de vosotros.

Siento que he completado ya un ciclo. En algún momento hay que quitar los ruedines de la bici y soltarse. Empezar a rodar solo. Para eso mismo nos recuperamos.

Mi recuperación ha sido larga y complicada. Que inicié ya hace 6 años. He pasado por varios sitios y de todos he aprendido algo. Sin embargo yo pensaba que sería imposible. Que mi mente nunca dejaría de pensar en el alcohol… Hasta que llegué a Spiral

También al principio me costó, pero es aquí donde poco a poco, soltando lo que tenía dentro, he ido aprendiendo a vivir sin añoranza.  Echando la vista atrás yo creo que mi cambio empezó hace 2 años. Y curiosamente mi recuperación, que ha sido progresiva, se ha debido a centrarme en aspectos de mi persona que no tienen que ver con la adicción únicamente.

Aquí, sin duda, he mejorado mi autoestima. Me valoro mucho más, tanto en mis relaciones personales como laborales. Ya no me duele cualquier cosa. Tengo más seguridad en mi misma. Además he aprendido a centrarme en aislar los problemas y en buscarles solución.

No he resuelto todas las cuestiones de mi vida, pero desde luego ni se me pasa por la cabeza resolverlas con alcohol. Es más, prácticamente ya nunca pienso en ello.

Como digo ha sido un camino largo y difícil. Muchas veces he pensado que no sería capaz, que no tenía remedio.  No digo esto para desanimaros, todo lo contrario. Si yo he podido, se puede conseguir. Es absolutamente cierto que se puede conseguir.  Yo ahora mismo, en el tema del alcohol, siento una tranquilidad, un alivio y una paz difíciles de explicar.

En este proceso, por supuesto, quiero dar las gracias a todo el equipo de Spiral.

También quiero dar las gracias a todos los compañeros. Todos somos importantes. El grupo es esencial y yo he aprendido mucho de todos. Quiero daros muchos ánimos. Se puede conseguir.  Yo era escéptica, pero nunca me rendí. Y hoy puedo decir que soy LIBRE.  Así, en mayúsculas.

 

 

AUTORA: Paciente en tratamiento por adicción al alcohol